Artistas locales como los que conforman el grupo folclórico Ceibo y el Coro Municipal de Cosquín confluyeron este mediodía en la Plaza Próspero Molina -tradicional sede del Festival- para un concierto donde se abordó el clásico nacional “Misa Criolla”.

La fresca y lograda interpretación de una de las obras cumbre de Ariel Ramírez reunió a unas 300 personas que resistieron el solazo o se guarecieron en los sectores sombreados del anfiteatro del centro de la ciudad del Valle de Punilla.

Ceibo, que el lunes tomará parte en la tercera velada del Festival, puso al frente a sus integrantes (Leonardo Escalante, Claudio Tais, Gabriel Romero y Matías Seia) muy bien secundados por el Coro anfitrión bajo la batuta de Santiago Olmos.

A pocas cuadras de allí y en el galpón donde funciona la peña La Salamanca el terceto catamarqueño Cesalpinia mostró algunas piezas de su homónimo y reciente álbum debut que están tocando en los espacios que Cosquín tiene más allá del Festival.

La agrupación cuyo nombre remite a un arbusto silvestre, reúne desde abril de 2019 a Belén Parma en composición, piano y voz junto a Vane Martínez en bajo y voz, y Javier García en batería y programaciones.

El atractivo conjunto es capaz de fusionar diversas corrientes a partir del folclore con un discurso feminista y socioambiental que se aprecia nítida y logradamente en un cancionero propio integrado por “La mixtura”, “Clave de chacarera”, “El punto azul”, “Vos”, “Agüita de mis días”, “El túnel”, “Silencio vuelo” y “Guitarrera” donde toman parte Nadia Larcher, Vane Martínez y Christine Berbes, entre más.

Por otro lado, desde la Comisión de Folclore confirmaron que más allá de los problemas familiares que aquejan a un integrante de Los Tekis y obligó a la suspensión de algunas presentaciones en los últimos días, la banda jujeña estará el lunes sobre el escenario Atahualpa Yupanqui.