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Un excomandante paramilitar colombiano declaró que tenía orden de asesinar a Petro

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El excomandante paramilitar colombiano Salvatore Mancuso dijo en una audiencia judicial que los escuadrones de ultraderecha que dirigía a fines de la década de 1990 tenían orden de asesinar al entonces líder de izquierda y actual presidente del país, Gustavo Petro.

Mancuso declaró  por cuarto y último día ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) de Colombia, un mecanismo creado para juzgar crímenes cometidos en el conflicto entre el Estado y grupos armados iniciado en la década de 1960.

Petro y otros líderes de izquierda “fueron de los objetivos militares” de las ya extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), comandadas por Mancuso, admitió el líder paramilitar en su audiencia en una cárcel de Estados Unidos, donde está preso.

Según Mancuso, las AUC trabajaban de la mano de instituciones estatales como la Policía, el Ejército, un sector de la prensa y principalmente del extinto Departamento Administrativo de Seguridad (DAS).

Desmovilizados en 2006 bajo un con el gobierno del derechista Álvaro Uribe (2002-2010), estos sangrientos ejércitos sembraron terror en su lucha a sangre y fuego contra guerrillas de izquierda como las FARC y el ELN.

También el actual canciller, Álvaro Leyva, fue “ de los objetivos militares”, agregó, informó la agencia de noticias AFP.

En la audiencia por videoconferencia, el exjefe paramilitar aseguró que un directivo del DAS , la unidad de inteligencia de la época, fue quien les dio la orden de asesinar al hoy mandatario, que es el primero de izquierda en la historia de Colombia.

El DAS se disolvió en 2011 por un escándalo de espionaje a jueces, opositores y defensores de derechos bajo el gobierno Uribe.

En la declaración, el “Mono Mancuso” dijo que el Uribe había quitado el esquema de seguridad al alcalde de El Roble, en el departamento de Sucre, Eudaldo Díaz, quien le había dicho públicamente al entonces presidente que su vida corría peligro.

Mancuso dijo que las AUC procedieron a asesinar al alcalde tras el retiro de la seguridad.

También dijo que las Fuerzas Armadas de Colombia conocían los movimientos de las tropas de las AUC y evitaban presentarse en los territorios para darles libertad de movilidad.

Mancuso fue extraditado en 2008 cuando estaba dando su versión sobre los crímenes cometidos en el marco del proceso de paz con las AUC.

El excomandante colombo-italiano de 58 años fue condenado en Estados Unidos a más de 15 años de prisión y ahora busca acogerse a la JEP con miras a obtener beneficios como penas alternativas a la cárcel en su eventual regreso a Colombia.

El presidente Petro reaccionó a las declaraciones del exparamilitar en Twitter.

“Según Mancuso, José Miguel Narvaéz desde el DAS ordenó asesinarme. El DAS ponía mis escoltas. De las operaciones en mi contra logramos información previa sin ayuda de los gobiernos y logramos frenarlas“, aseguró Petro.

Los magistrados de la JEP escucharon los relatos del excomandante en el departamento norteño de Córdoba, junto con un grupo de víctimas de la región, que sufrió en carne propia la violencia del paramilitarismo.

El exparamilitar finalizó su comparecencia ante la JEP, y antes del 30 de junio debe presentar pruebas que respalden su versión.

El tribunal, surgido del de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en 2016, decidirá luego si Mancuso es elegible o no para acogerse a esa justicia especial.

Para ello, la JEP le exige “demostrar que actuó como ‘bisagra’ o punto de conexión entre los paramilitares y la fuerza pública” durante el conflicto interno.

Unos 30.000 paramilitares depusieron los fusiles en 2006. Según el Centro de Memoria Histórica, son responsables de más de 94.000 muertes durante la prolongada guerra interna en Colombia. 

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