Una encuesta revela que la democracia ya no es prioridad para argentinos

La prolongación de la crisis económica y política modifica las prioridades de los argentinos. Según una encuesta, se demandan soluciones fuera de las reglas de los últimos 40 años.
A 40 años del retorno de la democracia, la Argentina está envuelta en una crisis económica que tiene derivaciones políticas. Por primera vez, una fuerza nueva tomó un protagonismo, según los resultados de las PASO, que rompió la hegemonía histórica del peronismo y el radicalismo, hoy formando parte con su socio del PRO en Juntos por el Cambio.
La Libertad Avanza no sólo centra su propuesta en el liberalismo económico, sino que presenta un discurso, en lo político, que reivindica una posición que, para los términos clásicos, se enrola en el concepto de una ideología de derecha.
Las declaraciones de los integrantes de la fórmula presidencial -Javier Milei y Victoria Virrarruel- son criticadas por sus adversarios electorales por sus posiciones extremas. Desde la propuesta de venta de órganos hasta el libre uso de armas o cuestiones vinculadas a la dictadura militar, son algunos de los temas que más rechazo suman.
El apoyo obtenido por el electorado en las primarias de agosto y los sondeos que ubican a esta fuerza al frente de las preferencias para las elecciones generales de octubre, hacen pensar un giro de la sociedad hacia esas ideas.
En este contexto, una encuesta del Centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano indagó sobre las características que la ciudadanía valora hoy sobre los líderes.

El resultado de este sondeo enciende una señal de alarma sobre la degradación de los valores democráticos que no fueron discutidos en los últimos 40 años.
“Cuatro características de las personas líderes fueron casi igualmente valoradas por la muestra entrevistada: personalidad, honestidad, capacidad e inteligencia”, señala el trabajo realizado por la casa de estudios en el ámbito de la Capital Federal vía telefónica.
“Resulta llamativo que más de la mitad de las personas consultadas prefieren un liderazgo que se imponga con mano dura, a uno que respete las reglas procedimentales de la democracia. De modo similar, la mayoría privilegió un líder que resuelva los problemas resolución de los problemas, a uno que sea democrático”, dice la Universidad de Belgrano.
Esta opinión se basa en el resultado obtenido a la siguiente pregunta formulada a los encuestados: ¿Qué considera más importante en un líder, que resuelva los problemas aunque no sea democrático, o que sea siempre democrático?
El 43% de los consultados respondió afirmativamente por la primera opción, la de resolver los problemas aun sin mantenerse dentro de los mecanismos democráticos. Esta respuesta fue la más elegida. El 41% consideró que cualquier solución debe hacerse en el marco de los valores democráticos.
La paridad de esta posición antagónica revela la división de la sociedad sobre la forma de solucionar los problemas, algo que no ocurría décadas atrás.
Qué esperan los argentinos de los líderes
La otra respuesta preocupante fue la obtenida ante la siguiente pregunta: ¿Prefiere un líder que imponga sus ideas con mano dura o un líder que tome decisiones ajustándose a los controles de las instituciones democráticas?
La opción más apoyada fue la de un liderazgo con “mano dura”, con 56% de los votos. Sólo 24% consideró como prioritario ajustarse a los mecanismos democráticos. Un 12% optó por ambas respuestas,
Es decir que la mayoría de los argentinos estarían dispuestos a encontrar soluciones a los problemas sin respetar los preceptos de la democracia.
En otros puntos de la encuesta, la debilidad fue considerada como el peor defecto que puede tener una persona líder, con 41% las adhesiones, por encima de la deshonestidad que sumó 29% de las respuestas.
La mayoría de la gente (62% de las respuestas) opinó que en Argentina es necesaria una profunda renovación de la clase política.
“Una consecuencia de la casi permanente situación de crisis que el país atraviesa en las últimas décadas, parecería ser la demanda y apreciación positiva de los estilos de liderazgo fuertes en la política, inclusive, más allá del respeto por las normas vigentes. La mayoría de los encuestados expresó su apoyo a estos estilos y a los rasgos dominantes de carácter, al momento de evaluar las características más apreciadas en los líderes. Por otra parte, el rechazo a los conflictos al interior de los partidos es rechazado por la mayoría de los encuestados”, concluyó el estudio.
Fuente: MDZ online